24 febrero, 2009

EL PLATILLO FAVORITO DE DON TOMÁS


Don Tomás es un hombre ya muy mayor, de esos que nos sacuden la conciencia y nos dan ejemplo de vida.

Desde las 7 de la mañana, se puede uno topar con él, ya que viene jalando su bicicleta (porque ya no es capaz de montarla) y recorre aproximadamente 5 km. primero de subida y luego de bajada, de esa larguísima avenida donde suelo transitar diariamente.

En su bicicleta trae mercancía que se compone de: tablillas de chocolate, cacahuates japoneses, palanquetas, goma de mascar y cocadas.

No me cabe la menor duda de que tiene un guardaespaldas desde el cielo, y una gran audacia para desplazarse por esa avenida que más bien parece pista de carreras a esa hora de la mañana.

Cada vez que coincidimos en nuestro recorrido, detengo mi auto y le compro golosinas, al tiempo que aprovecho para charlar unos minutos con este gran hombre que tiene un enorme espíritu de lucha y actitud positiva digna de imitar.

Pues bien, en una de esas ocasiones en que coincidimos, había caído un verdadero chubasco y, a pesar de ello, Don Tomás venía caminando por esa larga avenida; jalando su bicicleta y vendiendo sus golosinas.
Como acostumbro, detuve mi auto y le compré algunos dulces. Al saludarlo, le pregunté si no lo había "agarrado el agua". Su respuesta como siempre fue aleccionadora: "Si me agarró, pero me soltó", me dijo.

En otra oportunidad, le pregunté: Don Tomás ¿cuál es su platillo favorito? A lo que, extrañado, me contestó: Bueno, lo que yo siempre como son papas, cuando se puede, con chicharrón...

Gran enseñanza de Don Tomás nuevamente, ya que desgraciadamente, no todos los seres humanos podemos darnos el lujo de tener un platillo favorito. No obstante, hay quien, como Don Tomás, es ejemplo de lucha, de tenacidad, de laboriosidad y de positivismo a pesar del mal tiempo y de la adversidad.

Ahora sé que mi platillo favorito son las papas, como las que come Don Tomás.

19 febrero, 2009

LA GASTRONOMIA EN LA AGONIA

Y bien que hasta en la agonía del Ser Humano, la gastronomía nos acompaña.

Me atrevería a decir que es uno de los pocos placeres que seguiremos teniendo cuando ya se hayan ido otros.

Cuando es inminente nuestra partida y nos encontramos agonizantes, hasta en esos momentos, la gastronomía mete su cuchara y se cuela por esa rendija que separa la vida de la muerte.

Quizá con una probadita de natilla, quizá con un sorbo de jugo, que probablemente ya no tendrá la función de nutrirnos pues su consumo no será suficiente para tal efecto, pero sí que dará consuelo, y como una caricia a nuestro desgastado cuerpo por la enfermedad o la edad, nos reconfortará aunque sea momentáneamente.

No olvidemos que cuando venimos a este mundo, alguien nos recibió. Así también, si nos toca estar presentes en la agonía de un ser querido, es menester procurar acompañarlo y darle consuelo como mejor podamos.

Recordemos que así como cuesta trabajo nacer, también cuesta trabajo morir, y que un Ser Humano, hasta el último instante de su vida, tiene dignidad.

Por eso nunca perdamos ese tono humano que hace la diferencia.

(En memoria de Tutu 13-o2-09)

10 febrero, 2009

ENTRE ESPECIAS Y ESPECIES

Aunque existe similitud entre ambas, hay una gran diferencia. Especialmente si se trata del género humano al referirnos al término "especie".
Sin embargo, quiero hablar de la analogía entre estas dos palabras, ya que curiosamente el aroma y sabor de una "especia" forma parte del carácter de un platillo. Por otro lado, nos ayuda a relacionar el carácter de una persona.
Me explico: Si pienso en la Canela, a mi mente viene una persona sumamente agradable (por supuesto me gusta la canela) amable, delicada en su trato, especialmente si el aroma viene acompañado de manzanas horneadas con mantequilla y azúcar...
¿Me sigues? Bien, pues ahora a mi mente viene el aroma del Clavo, y me imagino a una persona difícil de carácter, a quien hay que tratar con pinzas y no dejar que se tome más atribuciones de las que le corresponden, ya que nos dejaría un desagradable sabor de boca.
Ahora pienso en el Comino, y lo relaciono con una persona de carácter desconcertante, que me atrae pero que tengo que ir con cautela y no pasarme de la raya, ya que podría sacar lo peor de ella.
Imagino entonces el aroma de la Mostaza en grano, y lo relaciono con una persona que se sabe adaptar a las circunstancias, y siempre saca provecho de las mismas.
Otro ejemplo: el Azafrán, me recuerda a una persona con carácter bien definido, que sabe disfrutar lo bueno de la vida, que lo que es, se lo ha ganado a pulso, que no le debe nada a nadie, y que nunca pasa desapercibida.
Y que decir de la Vainilla, me imagino a una persona cálida, dulce, de esas que desde el primer momento nos caen bien.
Finalizo con el grande de los grandes: el Chocolate!! En especial el obscuro, para mi es como esas personas con las que hacemos química, sumamente atractivas para nosotros.
Un buen chocolate una vez que lo saboreas, te puede causar adicción!
Pues bien, ¿Con cuál especia se identifica tu especie?