"Cuando al corazón le duele el alma, un buen caldo de pollo siempre ayuda"...
Eso se dice poéticamente y no se si científicamente sea comprobable; lo que si se, es cómo hacer un buen caldo de pollo, y cómo servirlo a quien le duele el alma.
Doy a continuación algunos tips:
1. En suficiente agua, cocer las piezas de pollo elegidas, puedes o no retirar la piel, según tu preferencia.
2. Añadir: zanahoria, poro, apio, laurel, tomillo, mejorana y cilantro, perejil, o yerbabuena, pimienta entera, sal de mar.
Es muy importante incluir todos los ingredientes, cocer a fuego lento y disfrutar los aromas que se irán despidiendo, hasta que el pollo esté bien cocido.
Colar el caldo, sazonar al gusto y servir con la guarnición de preferencia del doliente del alma.
Es necesario colocarlo en el plato sopero más bello que tengamos, por supuesto con su plato trinche; un pequeño florero con flores frescas , y un "te quiero mucho", es indispensable al momento preciso de servirse...
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