15 junio, 2009

AFILANDO EL CUCHILLO

En la cocina no podríamos funcionar sin el cuchillo.
Los hay desde los grandes como el cuchillo del Chef, los medianos, o los pequeños como el mondador, con la punta curva o con sierra.
Para cada necesidad culinaria hay un cuchillo indicado, y por supuesto para cada bolsillo también. Más sin embargo, por más fino que sea el cuchillo, si no le damos el trato adecuado no cumplirá con su objetivo. Igualmente sucede con nuestro cuerpo; en ambos casos, hay que saber en qué momento se debe detener y tomarse el tiempo para afilarlo.
Con los cuchillos es relativamente fácil, solamente con una chaira o afilador, es suficiente para mantenerlo en condiciones óptimas. Más sin embargo, cuando se trata de nuestro cuerpo, las cosas se complican, ya que en ocasiones no sabemos o no queremos escucharlo, provocando con esto, infinidad de malestares desde los sencillos hasta los graves.
Recuerda que tu cuerpo es tu herramienta de trabajo, la cual necesita: alimento sano, nutritivo y balanceado, servido a sus horas; descanso suficiente, no sólo al dormir sino tomando vacaciones, ejercicio constante, crecimiento intelectual y espiritual, y por supuesto una buena dosis de entretenimiento. Esta es la única receta para lograr un sano equilibrio en nuestra persona. De esta forma evitaremos ser cuchillos sin filo, que al no cortar adecuadamente, entorpecen las preparaciones culinarias dando como resultado platillos de mala calidad.

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