De generación en generación dentro de las familias, se transmiten secretos culinarios al elaborar ciertos platillos, ya que se nota una diferencia en cuanto al sabor, y aún cuando tengamos en nuestro poder la receta exacta, cuando la preparamos notamos que no resulta igual. A esto llamo: "El sello de la casa".
Lo que sucede aquí es que para que la receta salga igual, es necesario estar presente al momento de su preparación, y con mente fotográfica tomar nota hasta del más mínimo detalle; paso a paso, con todos nuestros sentidos en alerta máxima y tratando de copiar hasta el movimiento de cadera al caminar... Y es precisamente al momento de la elaboración, cuando saltan esa serie de detalles quizá imperceptibles al seguir un procedimiento, que hacen esa diferencia de la que hablo, ya que quien redacta una receta, no puede abarcar esa parte de nuestros sentidos, que solamente el que observa durante la preparación puede aprender, logrando dar al platillo "El sello de la casa".
2 comentarios:
Y es ese "sello de la casa" lo que hace tan rico, especial e inigualable comer en casita :)
Felicidades por el blog!
Gracias por tus comentarios!!! Seguramente tu también dejarás el sello de la casa.
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