04 marzo, 2010

LA FRUTA MADURA ES LA MAS SABROSA


Cuando vamos al mercado, hay que saber escoger la fruta que consumiremos , y aquí también nuestros sentidos juegan un papel primordial.

Algunas veces con la vista detectamos que todavía su color tiene tintes verdes, y con el tacto la sentimos rígida, y a través de nuestro olfato, su aroma no está bien definido, entonces esa fruta no está lista para consumirse por más brillante y apetitosa que parezca. Seguramente a la hora de probarla, nos decepcionará y terminaremos desechándola. En estos casos, hay que esperar a que madure, aunque en ocasiones, por más que esperemos, nunca madura y de lo verde, se termina marchitando.

Otras veces, la fruta ya alcanzó su madurez: su cáscara es tersa, con lozanía, al palparla se siente más bien suave, y a nuestro olfato le llegan aromas agradables, que la distinguen de las demás, y que a ojos cerrados podemos saber de qué fruta se trata.

Esta fruta al consumirla, no nos decepcionará. Con su sabor, su dulzura, su aroma y su textura nos dejará satisfechos.

Ahora bien, si al pasar los días, notamos que ha perdido lozanía y su carne no es tan firme, ya no se consumirá fresca, pero no las deseches, ya que algunas variedades tienen un secreto: y es que con ellas se pueden elaborar algunos panes, sorbetes o mermeladas que mientras más madura la fruta, mayor dulzura natural proporcionará a nuestras preparaciones, haciéndolas más sanas al no tener que recurrir a tantos endulzantes, y logrando con su madurez, potenciar su aroma y sabor, como por ejemplo en el pan de plátano, el pay de piña, el sorbete de mango, la mermelada de ciruela, y así me puedo seguir.

De alguna manera, así somos las mujeres...

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