06 junio, 2010

SESIÓN FOTOGRÁFICA

Sábado 5:50 a.m, suena el despertador y mientras voy despertando, hago conciencia de que HOY es un gran día! (De hecho cada mañana me repetiré la misma frase).
Me doy un regaderazo y salgo apresurada al Salón de Belleza, cita a las 7:00 a.m, para peinado y maquillaje, ya que tengo sesión fotográfica para mi página web y mi libro.
Después de algunos percances, de esos que la vida suele ponernos en el camino para recordarnos que somos humanos, imperfectos y falibles, me dirijo sintiéndome artista de revista, hacia el estudio de Nancy, acompañada de uno de mis asesores, promotor, consultor y cantante favorito, llegando cargados hasta con el perico (bueno casi).
Después de revisar vestuario, equipo e ingredientes culinarios, nos preparamos para iniciar la sesión fotográfica. La idea es hacer algo diferente (soy zurda recuerdas?) y siempre me ha gustado dar un toque personal a lo que hago.
Comienzo la sesión de fotos bastante tensa, pero Nancy quien es una bellísima persona por dentro y por fuera, además de ser una fotógrafa excepcional, se encarga de ayudarme para que juntos (ella, mi asesor y yo) logremos un trabajo extraordinario (espero opines igual que yo).
Lo interesante de esta sesión es que me permitió estar en contacto con los alimentos e ingredientes elegidos, de manera individual y en su estado original o semi procesados, es decir, antes de que la mano humana, metiera su cuchara, al calor del fogón, y esta es la razón por la cual hoy te comparto esta reflexión.
Primeras fotos: Copa de vino tinto en mi mano izquierda, y racimo de uvas en mi mano derecha. Nancy hace sus tomas con todo profesionalismo y por supuesto con música de fondo (siempre la música me acompañará).
Doy algunos sorbos al vino (por aquello de los nervios), un Cabernet Sauvignon que he elegido, el cual disfruto analizando mentalmente y a través de mis sentidos, sus cualidades organolépticas, pero entonces volteo a ver el racimo de uvas que sostengo en mi otra mano y hago conciencia de que sin ese maravilloso racimo de uvas (el cual no Creó el hombre) ningún vino por más espectacular, existiría.
Ahora siguen algunas tomas con manzanas: las observo y a mi mente vienen una serie de ideas para prepararlas, al tiempo de escuchar las instrucciones de Nancy y tratando de seguirlas todavía tensa (otro sorbo de vino). Bellas manzanas, ya les dedicaré una reflexión...
Cambio de música y de vestuario, el alcohol del vino ya me ha aflojado la tensión (como a los zapatos), y siguen algunas tomas recostada en el piso; Yo obediente a las instrucciones de Nancy, me dejo llevar y me relajo tumbada en el piso, tratando de hacer las posiciones que se me indica y pensando: Oh Dios, ya no estoy en edad de estas cosas, mañana no me voy a poder mover... (y en efecto así fue), mientras estoy en mis pensamientos, dos aromas callan a la loca de la casa (así le llamaba Santa Teresa a la mente), y no puedo más que dejarme seducir por este par de bribones maravillosos, que juntos o separados me confieso amante de ellos: el chocolate y la canela!! entonces con la música y estos dos aromas, comenzamos un baile, suave, armonioso, lleno de aromas que nos envuelve, llenando el estudio de una magia que sólo los alimentos y la música pueden lograr.
Y siguen los granos de arroz en su estado original, lleno mis manos de ellos, dejándolos caer continuamente como cascada, mientras Nancy hace sus tomas, una y otra vez, dejando su huella de almidón en mi piel, y regalándome su frescura al tacto, entonces pienso nuevamente: sin el grano de arroz, no habría chefs, ni gourmets, ni glotones siquiera.
Así desfilan: la pimienta de cayena, la cúrcuma, el spaghetti, y uno a uno los percibo, entre mis manos, sintiendo su textura, su aroma, su sabor...
Después de casi 7 horas de sesión fotográfica, terminamos: mi maravillosa fotógrafa, mi cantante favorito y yo, exhaustos, hambrientos, sedientos, y muy satisfechos con el trabajo realizado. En mi caso, con gran humildad y muy consciente, de que sin cada uno de estos fabulosos ingredientes (que el hombre no Creó), yo no podría elaborar ninguna receta por maravillosa o deliciosa que pueda ser, y mi aprendizaje después de esta sesión es: soy gourmet, pero no levito...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Rochi gracias!!! Me encantó lo que escribes y la forma en que expresas tus ideas y tus sentimientos. Para mí también fue una experiencia maravillosa la cual disfruté y viví al máximo logrando un resultado con el que me siento plenamente satisfecha pero sobretodo feliz! Y eso que aún tenemos las fotos en "bruto" por decirlo de alguna manera. Deja que estén listas y bueno... ya verás.

Te mando besos!!!

Nancy

ROCHI dijo...

Espero con enorme emoción y gusto las fotos que hicimos y una vez más felicidades por tu profesionalismo.