26 enero, 2010

GASTRONOMÍA DE CALIDAD

Y al decir calidad, no necesariamente me refiero a platillos costosos.
A continuación, algunas pautas a seguir, para lograr el objetivo propuesto:
En primer término, es conveniente pensar en platillos estacionales, ya que por un lado tendremos ingredientes de mejor calidad a menor precio, y por otro, la naturaleza es tan sabia, que los alimentos en temporada son precisamente los que nuestro cuerpo requiere, se nos antojan y de los que encontramos en mayor cantidad.
En segundo término, al preparar nuestros alimentos, es conveniente "ayudar" al platillo a acrecentar su calidad, con pequeños trucos que harán que su sabor y presentación, sean más delicados, apetecibles y digeribles.
Por ejemplo:
1.- Al utilizar hierbas frescas como cilantro, perejil, albahaca, es decir, hierbas de hoja de tamaño mediano, recordemos que lo que utilizamos es la hoja exclusivamente, a menos que la receta indique lo contrario, como en el caso de la cocina oriental, donde algunas preparaciones utilizan la raíz.
2.- Cuando utilicemos jitomates, si queremos retirar la piel, se debe sumergir el jitomate en agua hirviendo (a fuego medio), aproximadamente 5 minutos, o hasta que la piel se agriete. Dejar enfriar y pelar. Posteriormente se retiran las semillas, dejando únicamente la pulpa, utilizándola acorde a lo que la receta indique. Este procedimiento mejora enormemente la digestión de un platillo.
3.- La mantequilla cuando se requiera fundida, se puede clarificar, logrando con esto una mayor calidad en nuestras preparaciones.
4.- Cuando la receta indica alguna variedad de chiles, considerar el asar, pelar, y retirar las semillas.

En fin, que de lo que se trata es: una vez más, leer mi receta, imaginarla y observarla, darle una manita para que logre salir bien librada a la hora de consumirla, o qué? nosotros no nos damos nuestra manita de gato, o zarpazo de tigre (según sea el caso), para ser delicados, apetecibles y digeribles para los demás?

16 enero, 2010

ADIVINA ADIVINADOR...

Es suave, delicada y frágil.

Temperamental en ocasiones, ya que se desborda en sus emociones si se siente agredida.

También es presuntuosa, ya que le gusta esponjarse cuando se sabe de calidad y ha sido tratada adecuadamente.

Es de lo más agradable, tanto en su calidez como en su frialdad, logrando que quien la pruebe se sienta reconfortado.

No discrimina a nadie, ya que no tiene prejuicios para descalificar de acuerdo a criterios establecidos, ni ojos u oídos para dejarse envolver por la belleza que se percibe a través de los sentidos.

Le gusta hacer sentir su presencia, permaneciendo en los labios de quien la prueba, como diciendo : "Hey, mírenme, aquí estoy" y sólo se marcha, hasta que su amiga la lengua la retira con una delicada caricia, o la estricta y rígida señorita servilleta, se la lleva con toda educación.

Es bromista y a veces deja una huella, que le quita la formalidad y seriedad al rostro de cualquiera.

Sus automóviles favoritos son la taza y el tarro, y cuando no está donde se esperaba, provoca desilusión.

A veces la encuentras en un delicioso capuchino, otras en el chocolate batido, otras más en la helada cerveza, y seguramente en muchos lugares más, siempre jugando, coqueteando, dando confort con sus caricias.

Su nombre... LA ESPUMA!!!

13 enero, 2010

ARROCITO CON LECHE

Cuando era niña al jugar cantaba:

"Arroz con leche me quiero casar con una princesa que sepa bailar"

Y yo... pues aprendí a bailar!

Uno de los postres más familiares, delicados y deliciosos es el Arroz con leche.

Recuerdo que era uno de los postres preferidos de mi Papá, ese gran hombre y extraordinario Médico cuyos conocimientos culinarios eran bastante limitados, pero que me enseñó entre muchas otras cosas a preparar un delicioso Dulce de zapote negro y a distinguir una buena receta de Arroz con leche:

Arroz de grano mediano, leche, yemas de huevo, azúcar, canela, ralladura de naranja, vainilla y un toque de Jerez dulce.

El arroz con leche es un postre reconocido internacionalmente, con ingredientes tanto de la cultura oriental como de la occidental.

Cada País tiene su versión, pero en cualquier caso la receta incluye un ingrediente sin el cual no se logra un postre de calidad.

Ese ingrediente se llama: "Paciencia".

Paciencia para remojar el arroz en leche calientita, cocer a fuego lento, mezclando los ingredientes con delicadeza para que no se bata el arroz, y para que las yemas de huevo le den la consistencia adecuada, con paciencia para darle el tiempo exacto de cocimiento, cuando su sabor se ha potenciado gracias a la canela de Oriente, la ralladura de naranja, el azúcar, la vainilla de Papantla y el Jerez de España.

Paciencia para dejar enfriarlo antes de servirlo espolvoreado de canela molida.

En fin que el Arroz con leche nos ayuda a ejercitar la virtud de la Paciencia y también nos ayuda como dice la canción:

"Para darle sabor a todo lo que de pronto se queda triste, se queda sólo".

08 enero, 2010

EL FERROCARRIL Y LA TAZA DE CHOCOLATE

En el Estado de Michoacán hay un pueblito llamado Ocampo.
En el vivían hace muchos años un par de hermanas ya mayores de edad, las cuales eran maestras de profesión y propietarias de un Hostal localizado a orillas de una vía del ferrocarril.
Mi familia y yo nos hospedamos en ese lugar, pues era nuestra intención visitar un santuario de mariposas Monarca, que estaba localizado en las afueras del pueblo.

Recuerdo particularmente ese viaje, ya que tuve la oportunidad de probar la taza de chocolate espumoso, más delicioso de mi infancia.
Y lo curioso es que ese chocolate lo disfruté en una mesa muy rústica, compartida con gente muy sencilla, después de haberme despertado con el canto de los gallos, y de haber tomado un baño con agua fría.

En ese viaje conseché zanahorias, papas, nabos y frambuesas, aprendí a disfrutar lo sencillo de la vida, y aprendí también que la hospitalidad no necesita de manteles largos ni vajillas costosas. La verdadera hospitalidad no se compra ni se vende, porque es gratuidad que nace del interior de cada ser humano.