11 abril, 2010

INTENTANDO COCINAR


Con poco presupuesto y mucho ánimo de poder transmitir esto que llevo dentro, que me habla desde hace varios años, y me dice: "No lo puedes guardar para ti lo tienes que compartir" me doy a la tarea de escribir un libro y de armar un blog, siendo en ambos casos totalmente inexperta, mas no para cocinar.
Mi experiencia culinaria la he adquirido por supuesto estudiando, capacitándome, viajando, observando, utilizando mis sentidos al máximo, y cocinando al calor del fogón de mi hogar, para mi familia, mis amigos, mis alumnos y quien me lo requiera.
Dicen que cocino bien, pero no siempre ha sido así.
Recuerdo de recién casada haber llamado por teléfono a mi mamá (quien ha sido una excelente cocinera autodidacta) para preguntarle ¿Cómo poner a cocer frijoles en la olla express?
Ella me dio toda una explicación, haciendo hincapié de bajar la lumbre en cuanto el pivote de la olla subiera y comenzara a escapar el vapor, con objeto de evitar que me explotara en la cara y tuviera que recurrir al Cirujano plástico antes de tiempo.
Yo muy atenta a todas sus recomendaciones, a estas alturas de la explicación no sabía si los frijoles se cocían con agua, así que tuve que preguntar, escuchando inmediatamente del otro lado de la línea una carcajada, y sintiendo que mi rostro se ruborizaba por la torpeza de mi pregunta.
Recuerdo también el primer guiso que le hice a mi esposo, el cual consistía en carne de cerdo en salsa bechamel (no sabía hacer otra) con guarnición de papitas cambray.
Mientras comíamos, mi esposo me dijo que estaba muy rico, y con mucha delicadeza me preguntó: ¿Y las papas van así en este guiso?
Yo procedí a probarlas y acto seguido, las retiré de su plato... estaban duras como piedras!!!
En otra ocasión tuve que desperdiciar una caja de arroz pues por mas que intentaba, siempre se batía...
Pero mi trayectoria en la cocina comenzó mucho antes siendo niña, en la cocina de mi casa paterna, al lado de mi mamá. Mi primer molde para pastel me lo regaló ella, de esos que venden en el mercado para jugar a la casita.
Ahí cociné mis primeros pasteles, que no eran de mi autoría, ya que mi mamá me convidaba parte de la mezcla de su famoso "Anillo de piña" que lo preparaba para festejar el cumpleaños de mi papá, así que en ese día entraban al horno dos moldes de rosca, uno pequeño (el mío) y el grande de mi mamá.
Cuando mi pastel salía del horno yo me sentía muy orgullosa al decorarlo, y aprovechaba la ocasión para festejar a mis muñecas.
Otras veces jugaba al Restaurant con mi querida Ale, cocinando pasteles en el horno mágico Lily y preparando tostadas en el jardín de mi casa con hojas secas (por tostadas), pasto (por lechuga), y flores del árbol de Colorín que había en la banqueta de mi casa (por chiles) siempre teniendo mucho cuidado de que al cortar las flores, un azotador de los muchos que habitaban en el mencionado árbol, no me cayera en la cabeza, pues la quemadura de su veneno era bastante desagradable.
Hablando de quemaduras, creo que la peor que recibí en mi niñez, fue friendo donas en casa de una prima querida, ay ay ay ese día no fue mi día, primero las quemaduras en mis manos con aceite hirviendo, y después salimos a andar en bicicleta y me caigo de ella..
Ahora bien volviendo al tema que nos ocupa, he ido poco a poco tomando las fotos de los platillos que aquí presento y por las cuales pido disculpas pues tanto mi cámara como yo, somos totalmente amateurs en esto de la fotografía.
El método que he seguido ha sido el siguiente: cocino el platillo en casa, y mientras lo voy preparando, yo misma voy tomando las fotos. A veces me cuesta más trabajo tomar alguna foto ya que tengo que mostrar el procedimiento con ambas manos y pues me falta otra para sujetar la cámara (envidio a los pulpos), ya se... necesito un tripié.
La vajilla, mantelitos y decoración que incluyo en algunas fotos, son de mi hogar y están llenos de recuerdos. (No hay mejor lugar para este tipo de fotografía que el Hogar).
En fin que lo que te quiero decir, es que nadie nace sabiendo, y que lo importante es tener la intención de hacer las cosas, pero sobre todo, lo más importante para mí, es que te guste lo que hago, pues si no, todo esto no tendrá ningún sentido...
Así que manos a cocinar, a escribir y a fotografiar!!!

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