Cada día es una nueva oportunidad para desarrollar nuestra creatividad. Especialmente en el tema que nos ocupa: "La Gastronomía".
Nuestras preparaciones, no se pueden limitar a seguir la receta "al pie de la letra" en todas las ocasiones.
Más aún, cada platillo por más dominado que lo tengamos, puede ofrecer algo nuevo cada vez que lo elaboramos. Si no jugamos con nuestras preparaciones de vez en cuando, corremos el riesgo de aburrirnos; pasa como en cualquier relación, hay que buscar esa chispa que mantenga vivo el deseo de seguir con ella.
Pensemos por ejemplo en un aderezo: concretamente de "Eneldo", lo elaboro para servir una ensalada, pero ¿Qué pasa si cambiando alguno de sus ingredientes y calentándolo lo utilizo para servir un pescado? O bien, sustituyo el ingrediente principal y en lugar de "Eneldo" utilizo "Albahaca".
¿ Y... si en lugar de mayonesa utilizo yoghurt?
¿O... por qué no preparar esa mousse de licor de menta, con licor de amaretto? ¿Y... si a mi receta de tamales le modifico algunos ingredientes y la preparo con sabor a café?
¿O... qué tal quedaría mi receta del flan con ralladura de naranja?
¡Juguemos con nuestros ingredientes!
¡Improvisemos!
¡Tengamos el atrevimiento de experimentar nuevos aromas, sabores, texturas, presentaciones, colores.... y todo lo que se nos ocurra!!!
Dejemos volar la imaginación; seguramente algunas veces el resultado no será de nuestro agrado, pero en muchas más, habremos logrado nuevos platillos que nos mantendrán enamorados de la Gastronomía y estoy segura, ella de nosotros...
24 marzo, 2009
18 marzo, 2009
EL TRABAJO EN EQUIPO DENTRO DE UNA COCINA
"En la cocina, quien tiene el gorro más alto, es el mandamás, y el resto del equipo debe seguir sus instrucciones"...
¡Qué bonito suena! ¿No es cierto? Más sin embargo en la práctica, nos topamos con personas que no están dispuestas a asumir esta autoridad, ni a trabajar en equipo.
Las razones pueden ser diversas: Resentimientos de cualquier tipo, envidias, egocentrismos, complejos, falta de preparación, falta de vocación, etc. etc.
Amarras que no permiten que nuestro "Barco cocinero" llegue a buen puerto.
Con una sola persona de éstas basta, para que el trabajo de los demás se vaya a pique.
Sin embargo, cuando cada integrante del equipo, asume su rol, brindando toda su ayuda al resto, consciente de que es parte fundamental del mismo, llámese galopina, llámese Chef, es cuando se logra verdaderamente trabajar en equipo, de forma tan eficiente que los resultados son extraordinarios!!
¿Cómo lograr tener un equipo así?
Existen en el mercado, infinidad de autores, métodos y cursos a los que debemos recurrir para capacitarnos.
Ese es uno de los retos de un buen Chef, más aún, del capitán de cualquier barco por el que nos toque transitar en nuestra vida.
Mi granito de sal es: "Empatía".
Si la logramos con los demás, avanzaremos a pasos agigantados para trabajar verdaderamente en equipo.
¡Qué bonito suena! ¿No es cierto? Más sin embargo en la práctica, nos topamos con personas que no están dispuestas a asumir esta autoridad, ni a trabajar en equipo.
Las razones pueden ser diversas: Resentimientos de cualquier tipo, envidias, egocentrismos, complejos, falta de preparación, falta de vocación, etc. etc.
Amarras que no permiten que nuestro "Barco cocinero" llegue a buen puerto.
Con una sola persona de éstas basta, para que el trabajo de los demás se vaya a pique.
Sin embargo, cuando cada integrante del equipo, asume su rol, brindando toda su ayuda al resto, consciente de que es parte fundamental del mismo, llámese galopina, llámese Chef, es cuando se logra verdaderamente trabajar en equipo, de forma tan eficiente que los resultados son extraordinarios!!
¿Cómo lograr tener un equipo así?
Existen en el mercado, infinidad de autores, métodos y cursos a los que debemos recurrir para capacitarnos.
Ese es uno de los retos de un buen Chef, más aún, del capitán de cualquier barco por el que nos toque transitar en nuestra vida.
Mi granito de sal es: "Empatía".
Si la logramos con los demás, avanzaremos a pasos agigantados para trabajar verdaderamente en equipo.
13 marzo, 2009
LA GASTRONOMÍA SIN LOS SENTIDOS NO TIENE SENTIDO
Con la única con la que no podemos perder nuestros sentidos cuando nos enamoramos, es con la Gastronomía. De hecho, mientras más nos enamoramos de ella, más se desarrollan nuestros sentidos, y sin ellos la Gastronomía no tendría sentido, es más, ni siquiera se llamaría Gastronomía.
Veamos, de qué hablo ahora:
EL OLFATO: a través de los deliciosos aromas que despide la Gastronomía, logra llamar la atención de cualquiera, o acaso cuando percibes el aroma del pan horneado o del ajo dorándose en aceite de oliva, ¿No quisieras que tu olfato te llevara hasta el preciso lugar donde se están preparando dichos alimentos?
EL TACTO: A través de él, es posible detectar si una fruta está podrida, si un pastel ya se coció, si una pasta está al dente, o si un filete alcanzó su punto.
LA VISTA: Poderosa arma de la Gastronomía, como una bella dama, logra enamorar a través de apetitosos platillos a los cuales es difícil resistirse.
EL OÍDO: Me indica si mis alimentos se están cocinando en un fuego arrebatado, o si la fritura de mi arroz ya alcanzó su punto.
Estos cuatro hechiceros, preparan el camino para el grande de los grandes: EL GUSTO, maravilloso sentido sin el cual uno de los más grandes placeres de la vida, no se podría disfrutar: El Buen Comer!!!
Veamos, de qué hablo ahora:
EL OLFATO: a través de los deliciosos aromas que despide la Gastronomía, logra llamar la atención de cualquiera, o acaso cuando percibes el aroma del pan horneado o del ajo dorándose en aceite de oliva, ¿No quisieras que tu olfato te llevara hasta el preciso lugar donde se están preparando dichos alimentos?
EL TACTO: A través de él, es posible detectar si una fruta está podrida, si un pastel ya se coció, si una pasta está al dente, o si un filete alcanzó su punto.
LA VISTA: Poderosa arma de la Gastronomía, como una bella dama, logra enamorar a través de apetitosos platillos a los cuales es difícil resistirse.
EL OÍDO: Me indica si mis alimentos se están cocinando en un fuego arrebatado, o si la fritura de mi arroz ya alcanzó su punto.
Estos cuatro hechiceros, preparan el camino para el grande de los grandes: EL GUSTO, maravilloso sentido sin el cual uno de los más grandes placeres de la vida, no se podría disfrutar: El Buen Comer!!!
02 marzo, 2009
LA COCINA Y LA PRISA NO SE LLEVAN
La cocina es todo un personaje.
Le gusta que le des su lugar, que aprendas de ella, que la disfrutes.
También es demandante y exigente, pues si no das lo mejor de ti mismo, ella tampoco lo da.
Pero lo que más le molesta, es que cocines con prisa...
Si, la prisa es su peor enemiga; basta con que te vea entrar con prisa, para que haga todo lo posible por sabotearte.
Entonces todo comienza a salir mal en nuestras preparaciones: se nos queman los alimentos, se nos salan o nos quedan insípidos. Y ni hablar de lo que nos pasa a nosotros: nos cortamos, nos quemamos, se nos caen las cosas y las rompemos. En fin, todo un desastre!!
Por eso si estas con prisa, ni pienses en grandes preparaciones, es momento de recurrir a la congelación, buena amiga de la cocina. La conoce bien y la acepta de buen grado.
Únicamente recuerda que, siempre debe acompañar a la congelación el correcto manejo higiénico de los alimentos; ese médico que nos cuida para que no enfermemos.
Entonces la cocina al ver a estos dos buenos amigos, se relaja, sonríe, y deja entrar a la prisa que le cae tan mal, permitiendo que se preparen alimentos como la prisa quiere.
Le gusta que le des su lugar, que aprendas de ella, que la disfrutes.
También es demandante y exigente, pues si no das lo mejor de ti mismo, ella tampoco lo da.
Pero lo que más le molesta, es que cocines con prisa...
Si, la prisa es su peor enemiga; basta con que te vea entrar con prisa, para que haga todo lo posible por sabotearte.
Entonces todo comienza a salir mal en nuestras preparaciones: se nos queman los alimentos, se nos salan o nos quedan insípidos. Y ni hablar de lo que nos pasa a nosotros: nos cortamos, nos quemamos, se nos caen las cosas y las rompemos. En fin, todo un desastre!!
Por eso si estas con prisa, ni pienses en grandes preparaciones, es momento de recurrir a la congelación, buena amiga de la cocina. La conoce bien y la acepta de buen grado.
Únicamente recuerda que, siempre debe acompañar a la congelación el correcto manejo higiénico de los alimentos; ese médico que nos cuida para que no enfermemos.
Entonces la cocina al ver a estos dos buenos amigos, se relaja, sonríe, y deja entrar a la prisa que le cae tan mal, permitiendo que se preparen alimentos como la prisa quiere.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)